Dijo Jesús al gentío: "Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en los Profetas: 'Serán todos discípulos de Dios'. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ese ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo, el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo".
Jn 6, 44-51
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Dios siempre toma la iniciativa y nos convoca para que sigamos a su Hijo. Únicamente a través de Jesús podemos conocer realmente al Padre. Jesús nos trae la cercanía y la ternura del Padre bueno que anhela reunir a todos sus hijos. Jesús es el único camino que nos conduce al Padre, y para que no nos perdamos dio su propia vida, muriendo en la cruz, para salvarnos.
Jueves, 9 de mayo de 2019
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