LEEMOS (Mc 3, 20-21):

Vuelve a casa. Se aglomera otra vez la muchedumbre de modo que no podían comer. Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: «Está fuera de sí».

 

MEDITAMOS:

Jesús no para. La entrega y el servicio a los demás, sobre todo cuando son muchos los que le requieren, le agota. Está cansado. Por eso sus parientes están preocupados. Y acuden para atenderle. Piensan que “está fuera de sí”. Cuando, sencillamente, está cansado. Los que tienen a su cargo personas enfermas saben lo agotador que es. Todos se preocupan del enfermo, lógicamente. Pero, ¿quién cuida al cuidador? Necesita ayuda también. Ayudémosle, pues.

 

ORAMOS:

Señor: Te pedimos por los enfermos, por sus cuidadores y por el personal sanitario.