LEEMOS: (Jn 16, 16-20)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver».
Comentaron entonces algunos discípulos:
«¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?».
Y se preguntaban:
«¿Qué
significa ese “poco”? No entendemos lo que dice».
Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo:
«¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».
MEDITAMOS:
“Vuestra tristeza se convertirá en alegría”. A veces pensamos que tenemos que ser y decir cosas tan profundas y tan serias, que nos olvidamos de la alegría del Evangelio. La alegría de Jesús. Como decía el Papa Francisco, un santo triste es un triste santo. Seamos alegres y demos testimonio de la alegría de Jesús. Jesús resucitado: esa es nuestra alegría.
ORAMOS:
Señor: Que estemos alegres. Que sepamos transmitir tu alegría.