LEEMOS: (Lc 12, 49-53)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla. ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»

 

MEDITAMOS:

Ser cristiano, en no pocas ocasiones, genera discusiones, dicho suavemente. Cuando uno no se acomoda a las estructuras sociales y a ciertos, no todos, pensamientos de la sociedad, sino que los critica porque entiende que van en contra de lo más humano del ser humano, que es, entre otros fines, a lo que Jesús vino a enseñarnos, provoca situaciones nada cómodas. Pero, si estamos de acuerdo con todo lo que ocurre en la sociedad, ¿a quién seguimos: a Cristo o a determinadas ideologías dentro de la sociedad?

 

ORAMOS:

Señor: Auméntanos la fe, que las divisiones o problemas que podamos tener nos sirvan para, con tu ayuda, fortalecer nuestra fe, esperanza y caridad.