Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad,

mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad,

todo mi haber y mi poseer,

Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno.

Todo es vuestro.

Disponed a toda vuestra voluntad,

dadme vuestro amor y gracia que ésta me basta.

(San Ignacio de Loyola)