Hermanos:
Estad siembre alegres en el Señor; os lo repito, estad
alegres.
Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El
Señor está cerca.
Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la
oración y súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas
a Dios.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio,
custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
(Flp 4, 4-7)
