La Ciudad del Vaticano es, en realidad, un punto casi invisible en los mapas de la geografía mundial, un Estado diminuto e inerme, sin ejércitos temibles, aparentemente irrelevante en las grandes estrategias geopolíticas internacionales. Y, sin embargo, este baluarte visible de la independencia absoluta de la Santa Sede ha sido y es centro de irradiación de una acción constante en favor de la solidaridad y del bien común. ¿No es verdad que, precisamente por esto, desde todas partes se mira con gran atención a este pequeño trozo de tierra?
(Benedicto XVI)